Tuesday, January 05, 2010

MITO ARGENTINO







Murió Sandro, murió Roberto Sánchez, murió el Gitano, pero también con su partida, se nos murió una parte de nuestras vidas. Porque , fue nuestro contemporáneo.
Con él aprendimos a cantar, a besar, a “apretar” allá por los 60. Todas las chicas queríamos ser esa Rosa, la de la canción, la maravillosa. Y porque no, también ser la chica que estaba junto a su guitarra o el maniquí en su desván.
Y ellos, ellos lo imitaban y movían la pelvis sin vergüenza, por que él se los había enseñado en esos “Sábados Circulares” de Mancera.
Y logro imponer ,que ser un humano sensual y erótico no era mala palabra, no era ofensivo, aunque nuestros padres dijeran “no se que le ven a ese degenerado?” y las cámaras tuvieran prohibidísimo enfocarlo en sus actuaciones ,de su cintura para abajo.
Y ese muchachito flaquito, desgarbado, con pelo ensortijado y fumador empedernido, transito todas las alternativas que le permitían los medios de la época,”siempre cantando” como decía.
Recuerdo esos enormes escenarios de los Clubs , en aquellos legendarios carnavales, donde el artista aprendía a compartir y no a competir con los demás artistas.
En los cines del barrio, cuando se estrenaban sus películas y corríamos a ver con inocencia supina, como besaba y como conquistaba a la chica.
Por supuesto sus discos sonaban en todos los “asaltos” aunque algunos se resistieran a “esa mersada”, pero él supo infiltrarse muy suavemente en todos los corazones.
Y así llego su programa de televisión que desarrollaba con total naturalidad, como si hubiera nacido en ese medio…
Y sus giras por America hasta EE.UU. Pero el destino lo detuvo ahí, no quiso que su cuerpo cruzara el atlántico y fuera por Europa, aunque su voz ya lo había hecho. Entonces su dedicación de hijo abnegado, lo hizo regresar y dejar su estela como Sandro de America
Los recitales de los 90, cumpliendo sus 30 años con la música, el regalo de la copa de champagne y una rosa roja a cada mujer que asistía a sus conciertos, el brindis en el final con sus “nenas” desde el escenario.
Y el gran manejo de su publico femenino, que había aprendido con él a catalizar su histeria, con sus gritos, y arrojándole sus prendas intimas a su paso.
Su vida privada era un misterio, como el de todo mito. Ahora, se fue a hacer su ultima gira, y el país lo llora, sus “nenas” (aun las invalidas), van a despedirlo. Trece cuadras de fila para darle el último adiós. Casi 24 horas sin interrupción, del pasaje de sus fans por la capilla ardiente instalada en el Congreso de la Nación. El cielo también lo lloro y vibro con rayos y centellas ante la impotencia por su partida.
Ahora, en esta ultima gira, ya no es mas Sandro a secas, es Sandro un mito argentino, que será recordado en su casa particular de Banfield,cada 19 de agosto, cuando cumpla sus años, aunque su presencia sea solo una voz que parta de algún parlante. Yo tengo un sueño…., me gustaría que esa fortaleza que fue su casa, fuese el museo de SANDRO para que las próximas generaciones lo pudieran conocer.
Muerte del cantante Sandro ,el 4-1-10 a los 64 años, despues de un doble transplante de corazòn y pulmones y 45 dias de agonìa.